El asma bronquial se define como un trastorno inflamatorio crónico de las vías respiratorias que se asocia a hiperreactividad bronquial y que conduce a episodios recurrentes de sibilancias, disnea, opresión torácica y tos. Es la enfermead crónica más frecuente en la infancia y la principal causa de borbilidad; ocasiona fecuentes ausencias escolares, visitas al departamento de emergencia y hospitalizaciones. La atopia está presente en la mayoría de los niños con asma y la sensibiliación específica a alérgenos representa uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de esta enfermedad bronquial. Al día de hoy, ninguna intervención ha demostrado ser capaz de prevenir el desarrollo de asma o modificar el curso natural a largo plazo de la enfermedad. El objetivo del tratamiento del asma es lograr el control de las manifestaciones clínicas de la enfermedad respiratoria,, manteniéndolo durante períodos prolongados mediante agentes seguros y costo-efectivos. Al igual que en adolescentes y adultos , la terapia inhalatoria con agonistas B2-adrenérgicos y corticosteroides constituye la píedra angular del manejo efectivo del asma en niños mayores de 5 años. El inhalador presurizado de dosis múltiples con espaciador es considerado el dispositivo de primera línea por sobre la nebulización.