"La práctica médica no entraña solamente tejer, entretejer y tener activas las manos, sino que debe inspirarse en el alma, estar plena de conocimiento y tener como componente preciado la observación aguda y minuciosa; todo ello, junto con los conocimientos científicos exactos, son los requisitos para que la práctica médica sea eficiente."
Moisés ben Maimón (1135-1204)

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lunes, 21 de abril de 2014

Lentes de contacto para mejorar el tratamiento contra el glaucoma

Lente de contacto del nuevo tipo, con nanodiamantes incrustados.
Se estima que en la próxima década, cerca de cien millones de personas padecerán de glaucoma, una dolencia ocular que, si no se trata debidamente, puede dañar el nervio óptico y acabar provocando ceguera.

La enfermedad a menudo causa un incremento de presión en el ojo como consecuencia de una acumulación de líquido y de un deterioro del tejido que se encarga de regular su drenaje. Los médicos suelen tratar el glaucoma mediante gotas que se administran a los ojos. Dichas gotas pueden ayudar a drenar el líquido o a reducir la producción del mismo.

Por desgracia, las gotas pueden causar efectos secundarios en el ojo y en otras partes del cuerpo, y además existe el riesgo de saltarse dosis por olvido.

En lo que podría ser un paso importante hacia una mejora considerable del tratamiento del glaucoma, unos investigadores de la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (UCLA) han creado un sistema de aplicación de fármacos oftalmológicos que tendrá efectos secundarios menores que los asociados a la vía tradicional de aplicación de medicación contra el glaucoma, y que además mejora mucho el cumplimiento riguroso de su dosificación.

El equipo de Dean Ho y Kangyi Zhang aunó nanodiamantes con medicamentos para el tratamiento del glaucoma, en una plataforma de suministro que es una lente de contacto. Este sistema hace que los fármacos se liberen en el ojo al interactuar con las lágrimas del paciente.

En las pruebas efectuadas hasta ahora, la nueva tecnología ha demostrado ser muy prometedora para el tratamiento prolongado del glaucoma y, como beneficio adicional, los nanodiamantes aumentan la durabilidad de las lentes de contacto.

Los nanodiamantes, que son subproductos de procesos convencionales de extracción minera y refinación, miden aproximadamente cinco nanómetros de diámetro y tienen la forma de pequeñas pelotas de fútbol. Los nanodiamantes se pueden enlazar a moléculas de una amplia gama de fármacos, y hacen posible que el medicamento se libere poco a poco en el ojo, durante un largo período de tiempo.

El medicamento escogido por los investigadores de la UCLA para enlazar sus moléculas con nanodiamantes es el timolol oftálmico, que se utiliza comúnmente como agente activo en las gotas para los ojos destinadas a mantener bajo control al glaucoma. En las lentes de contacto con nanodiamantes, pequeñas dosis de timolol oftálmico se liberan al entrar en contacto con la lisozima, una enzima que es abundante en las lágrimas.

Uno de los inconvenientes de aplicar mediante gotas el timolol oftálmico es que tan solo una cantidad de medicamento tan baja como el 5 por ciento alcanza el punto idóneo. Otra desventaja es lo poco repartido que el suministro está en el tiempo. Aunque unas gotitas parecen una cantidad ínfima, a la escala del ojo y de la patología tratada equivalen a diluvios de medicamento separados por periodos de sequía extrema. En los "diluvios", grandes cantidades del fármaco se pueden filtrar hacia otras partes del organismo, provocando complicaciones tales como un ritmo irregular en los latidos del corazón. Las gotas también pueden resultar bastante molestas de administrar, lo que lleva a muchos pacientes a ponérselas menos de lo debido.

Las lentes de contacto desarrolladas por el equipo de la UCLA pueden evitar en buena parte todos estos problemas.

Además de la prometedora utilidad de los nanodiamantes como agentes de liberación de medicación in situ activados por las señales adecuadas del ambiente, también pueden contribuir a hacer más duraderas las lentes de contacto, al hacerlas soportar mejor el desgaste inherente a llevarlas puestas y también el de insertarlas en los ojos o extraerlas de estos.

Incluso con los nanodiamantes incrustados, las lentes de contacto aún poseen buenos niveles de claridad óptica.

En cuanto al nivel de comodidad al llevarlas puestas, es muy bueno. El propio hecho de que no se hayan registrado cambios significativos en el contenido de agua de las lentillas durante las pruebas significa que mantienen bien su grado de lubricación y su nivel de permeabilidad al oxígeno.

En el trabajo de investigación y desarrollo también han participado Ho-Joong Kim (ahora en la Universidad de Chosun en Corea del Sur) y Laura Moore de la Universidad del Noroeste en Illinois, Estados Unidos.


Fuente: NCYT

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